A.U.M

Acción por la Unidad Mundial

MSMA Mens sana in corpore sano

LOGICA PURA
MENS SANA IN CORPORE SANO
M. S. M. A. DR. SERGE RAYNAUD DE LA FERRIERE


Los Grandes Mensajes 5° Mensaje Capítulo 3
Se nos pregunta, qué pensamos acerca del vegetarianismo. Podemos contestar de
tres maneras, que corresponden a los tres planos, a través de los cuáles se deberían
considerar todos los problemas: Plano material o físico, que puede ser examinado a la
luz de la ciencia oficial; Plano ideal o astral, que constituye, por decirlo así, el aspecto
sentimental; y luego, el Plano puramente espiritual o de naturaleza Divina, las Razones
Superiores, que representan al mismo tiempo la Síntesis.
LA TESIS
(EN EL PLANO MATERIAL O FÍSICO)
El hombre no muere, se mata, como lo expresa tan acertadamente Lavoisier. De modo
que tenemos que encontrar la causa de este fenómeno. El mecanismo de la vida es un
proceso maravilloso; es la misma eterna vibración la que anima todas las cosas, sólo
que con una modalidad diferente de acuerdo a cada reino.
El ciclo del fenómeno vital dura por lo menos cinco veces más que el tiempo necesario
para la formación de la estructura material. Así, un conejo que emplea un año para el
crecimiento de sus huesos, vive cinco años; el perro que necesita para ello dos años,
vive por lo general 10; el caballo cuyos huesos emplean cinco años para crecer
completamente, puede vivir (5 x 5) 25 años; los huesos del elefante se desarrollan en
30 años, alcanza una edad de (30 x 5) más o menos de 150 años. Solamente el
hombre no observa esta regla, ya que empleando 25 años para el completo desarrollo
de sus huesos, debería vivir al menos 5 x 25, o sea, 125 años.
En esta parte nos proponemos discutir únicamente el problema del plano físico y
diremos primeramente que el decaimiento prematuro se debe al uso del tabaco, el
alcohol y la carne.
Propensos a congestiones pulmonares y cerebrales, los fumadores sucumben con
frecuencia bajo afecciones del sistema vaso - capilar, o se ocasionan un fin prematuro,
debido a ataques de uremia o de nefritis aguda. La nicotina destruye las células del
hígado y de los riñones, como también las membranas de los pulmones que al
envenenarse producen la muerte acompañada de terribles sufrimientos. Tampoco se
ignora que el cáncer agudo se manifiesta en los fumadores. Y de esta manera ponemos fin a los comentarios de ese terrible vicio.
El segundo factor que contribuye a la muerte prematura es el alcohol, así sea cerveza, vino o aperitivos, etc.
Muy a menudo la gente se muere de una afección estomacal, o de sus anexos; el páncreas y el canal colédoco, que se destruyen debido a una alimentación inadecuada.
Permítasenos recordar la acertada afirmación del profesor Cuvier (Lecciones de Anatomía Comparada) quien asegura que “si la carne no estuviera cocida y preparada con especies para ocultar su olor cadavérico, el hombre nunca se dejaría persuadir para comerla”.
Nosotros no poseemos los mismos órganos de masticación y digestión que los animales carnívoros, ni tampoco un estómago de tan poderosos músculos, ni el abdomen caído, ni los intestinos cortos, etc.
La fuerza no estriba en el hecho de comer carne; basta con contemplar el caballo, al toro o al elefante. En lo que se refiere a los hombres, ha sido comprobado que los obreros manuales se alimentan bien con sandwiches de tomate e higos, toman agua fresca y, en la cena, olivas y un poco de queso fresco. Los chinos, capaces de cargar 150 kilogramos a un paso rápido, comen únicamente arroz. Los cargadores de barcos en Egipto, que levantan enormes pesos, se mantienen solamente de ajo y dátiles.
Los vegetarianos no constituyen campo favorable para la cría de microbios. Prosiguen el ritmo de su vida sin experimentar cansancio y la encuentran como una maravilla hasta sus últimos días.
LA ANTITESIS
(EN EL PLANO IDEAL O ASTRAL)
También es interesante ver las razones por las cuales se prohibe la carne, el tabaco y el alcohol a la luz del ocultismo.
Todos los filósofos divergen a través de sus doctrinas en lo que se refiere a la terminología, y aun a la diversidad de planos, al reconocer los tres cuerpos del hombre. Sin embargo, en la base fundamental se asienta que el ser humano está constituido por una envoltura física, un espíritu y un cuerpo intermediario, que es un mediador plástico (con frecuencia llamado alma).
El segundo cuerpo, este doble que con frecuencia se denomina cuerpo astral, es sensible a los cambios del físico, por la simple razón de que dichos cuerpos se interpenetran mutuamente y también por que la personalidad fluídica es más sutil que nuestra parte material y, siendo una especie de esencia, se impregna de todos los acontecimientos a que está sujeto el cuerpo casual. Al desintegrarse el cuerpo físico, dicha aglomeración etérea sirve de vehículo al espíritu.
El aura es una emanación de los centros neuro-fluídicos (chakras). En su estado actual de evolución, siete plexos gobiernan el ser. Su iluminación permite la realización espiritual. De acuerdo con el grado de desarrollo de dichos centros, el aura se ve con matices distintos, atribuidos al misticismo, a la intelectualidad, a la bestialidad, etc.
El cuerpo astral es hasta cierto punto la emanación del cuerpo físico y sus matices dependen de la constitución de su envoltura material. El tabaco, el alcohol y la carne
dificultan la sutilización, ya que poseen la facultad de alterar la pureza de los corpúsculos que forman el doble.
Además de que el hecho de fumar destruye las facultades derivadas del cuerpo astral que a través de él convergen al cerebro, el hábito del tabaco contraído durante la vida, se transmite al doble, así que, al terminar la vida física, la entidad astral, privada del vehículo para satisfacer sus vicios, se ve obligada a vivir errante y perseguida por el deseo de fumar; al mismo tiempo, incapaz de hacer obedecer ya a su cuerpo físico, permanece rezagada, llena de deseos, e impedida para continuar su evolución.
Las emanaciones alcohólicas no se detienen en el cerebro, sino que, como sabemos, saturan el aire envolviendo el cuerpo etéreo que, obligado a impregnarse de tal atmósfera, pierde el equilibrio, incapacitado de responder a las reacciones necesarias.
La alimentación carnívora animaliza al individuo. El magnetismo constituido por vibraciones bajas producidas por los animales, impregna al doble, que al reaccionar en forma natural, transmite los instintos bestiales al ser humano.
Las partículas, proyectadas en el mundo desde lo Absoluto, que no han pasado todavía por el reino humano, se conocen con el nombre de elementales (que no se deben confundir con los elementarios). Dichos corpúsculos infra-atómicos se pueden encontrar en la carne de los animales, ya que buscan adquirir vida y, mediante el consumo de la carne animal (cerdo, ternera, pescado, etc), nos colocamos en condición receptiva a tales peligrosas emanaciones de los planos inferiores.
Aquel que posee un mínimo de conocimiento de las Ciencias Ocultas, se siente extrañado al ver tanta gente que pretende ser ocultista, idealista y hasta espiritualista, fumando, tomando alcohol y comiendo carne. Algunos pretenden hasta practicar magia siendo carnívoros. Si se tratara de “nigromantes”, se comprendería que comieran carne a fin de hacer descender su ánimo hasta aquellos mundos infernales que ellos buscan, pero tal proceder no es digno de un Mago, que procura acumular experiencias actuando en armonía con las Grandes Leyes.
Naturalmente, las personas que poseen cierto grado de mediumnidad tienen que ser mucho más prudentes que las demás. Su estado de excesiva receptividad no les permite desviarse de la disciplina, cuya regla principal es, abstenerse por completo de la carne, a fin de evitar el contacto con las polaridades procedentes de planos mentales inferiores. Por cierto, que ningún espiritista puede permitirse el lujo de fumar, tomar alcohol y comer carne, sin exponerse a los más grandes peligros, si no en su estado físico actual, al menos, en el mundo astral, donde podría experimentar las más nefastas consecuencias que no podemos describir en este espacio.
Para un magnetizador sería un crimen fumar, ya que con sus pases transmitiría corrientes de peligrosas emanaciones. Todos los bebedores de alcohol están excluidos de consagrarse a la curación, ya que sería una práctica de verdadera magia negra el hecho de que algún espiritualista dominado por esta pasión, no fuese enteramente sincero. Es completamente imposible ignorar estos datos elementales y al mismo tiempo trabajar en algún dominio del plano astral como lo es el espiritismo, la magia, el magnetismo, la mediumnidad, la teúrgia, etc.
Todos aquellos que pisan el Sendero Iniciático tienen que observar una disciplina muy severa.
LA SINTESIS
(EN EL PLANO DE LA NATURALEZA DIVINA O RAZONES SUPERIORES)
El Mandamiento cristiano: NO MATARÁS, como el pansila (virtud) budista: Panatipata
Veramani Sikkha Padam Samadyam, son testimonios que se encuentran en todas las
sectas y religiones, pues siempre en la base de todas las doctrinas serias se encuentra
el mandamiento de no matar hombres ni animales, ya que jamás se ha otorgado
libertad alguna para matar seres inferiores. En otras palabras, el mandamiento
prohibe comer carne, porque esto elimina de antemano la posibilidad de matar.
No matar significa también no comprar carne, ya que de otra manera uno se hace
cómplice de aquellos que matan a los animales.
No se deben confundir los símbolos mencionados en la Biblia con respecto a animales
y a vino, porque tienen que ver con el sacrificio sagrado sobre el cual no se puede
hablar aquí, y en lo que respecta al vino, nos dice el texto original, que era de uvas
frescas, no fermentadas.
Hemos hecho una corta reseña, empezando desde el punto de vista materialista, hasta
llegar a la línea Iniciática, con respecto a la Necesidad De Aceptar Una Disciplina, y
ésta es la gran responsabilidad de que carecen tantas personas.
En breves palabras, estamos considerando nuestro mejoramiento, pero, en vez de
aceptar inmediatamente lo lógico, muchas veces gozamos del morboso placer de
complicar, no sólo nuestra propia existencia, sino la de toda la humanidad. Es cierto
que mucha gente no posee la suficiente sabiduría para interesarse por sus semejantes,
y por esto el mal continúa causando perjuicios a los pueblos y a las generaciones
venideras.
Una gran ley divina regula la evolución y los más mínimos detalles tienen su
importancia, así que el hecho de no seguir el proceso natural, nos coloca fuera de la ley
que rige la historia humana, lo que significa atentar contra la vida de los hombres,
porque la magna evolución que propulsa el sistema vital a través de los diferentes
reinos, no admite obstáculos de ninguna especie que impidan el cumplimiento de su
propósito.
Es una gran responsabilidad saber que uno puede convertirse en un obstáculo para el
bienestar de sus hijos y de su familia; es señal de un estado de conciencia bajo, hacer
de su alimentación diaria un crimen y es una pobre conciencia la que no se rebele
contra el hecho de obstaculizar el progreso de la Espiritualidad Universal.